El flamenco como arte es una de las más universales manifestaciones de la tradición española y tiene a día de hoy un amplísimo prestigio a nivel mundial derivado de la pureza de su expresión , la pasión de sus intérpretes y de la honda vinculación con las raíces andaluzas y españolas.
Dividido de modo académico en una manifestación de baile, instrumentación y cante, el flamenco da cabida a diversos palos entre los que destacan el palo primero por antonomasia, el fandango, las alegres bulerías, las de todos conocidas sevillanas, las seguiriyas, las soleás o las alegrías, así como otros menos conocidos como las malagueñas o las granaínas derivados del inicial fandango o algunos que pocos asociarían al flamenco como los tangos.
Pasando por las figuras del flamenco más puro como Manolo Caracol, los artísticas totémicos como Camarón de la Isla hasta los cantaores del nuevo flamenco siempre en el límite de la polémica para los más puristas como el caso de las apariciones de Rosalía en los últimos años, el flamenco es siempre motivo de admiración, debate y en muchos casos veneración.